En el corazón de Oaxaca, donde el sol acaricia la tierra con fuerza y los siglos se filtran entre minerales, se esconden las salinas de San Baltazar Guelavila. Esta maravilla natural, tallada por el tiempo y el agua, nos muestra un paisaje que parece sacado de otro mundo: terrazas de sal endurecida, teñidas de ocres, rojos y dorados, que reflejan la historia viva de los antiguos métodos de extracción artesanal.
Aquí, cada capa cuenta una historia de fuego, agua y paciencia. El calor del sol evapora lentamente el agua salada que emana de la tierra, dejando tras de sí estos depósitos escalonados que semejan colmenas minerales, esculturas de la naturaleza misma.
En iViajes, no solo te llevamos al destino: te llevamos al asombro. Descubre con nosotros este rincón escondido, camina sobre el legado de generaciones que han convivido con la tierra y su sal, y déjate envolver por la magia que solo Oaxaca sabe entregar.