Aunque Teotitlán del Valle es famoso por su tradición textil, este pequeño vestigio pétreo junto al templo católico y el palacio municipal es testimonio silencioso de un pasado aún más antiguo: el mundo zapoteca.
¿Qué es esta estructura?
Se trata de un remanente arquitectónico prehispánico zapoteca, construido entre los siglos XIV y XV. Formaba parte de un conjunto ceremonial que existía mucho antes de la llegada de los españoles. Cuando los frailes dominicos llegaron a evangelizar la región en el siglo XVI, construyeron la iglesia sobre las bases de este centro ceremonial, como lo hicieron en otros pueblos zapotecas como Mitla o Monte Albán.
Características:
La técnica de construcción muestra piedras talladas y colocadas con precisión, sin el uso de mortero visible.
El friso decorativo incluye grecas geométricas, similares a las que se ven en Mitla, lo que habla de la continuidad cultural zapoteca en la región.
Su orientación y estilo reflejan el conocimiento astronómico y simbólico de los antiguos habitantes.
Aunque pequeño, este vestigio tiene un enorme valor arqueológico. Es un fragmento que ha sobrevivido a siglos de transformación, y aún sostiene la memoria de un pueblo cuya cosmovisión sigue viva en sus rituales, su lengua y sus tejidos.